19 de octubre de 2011

¿Y quién soy yo?

No te dejes engañar por mis palabras, mis ademanes, mi comportamiento, mi agradable trato, o por la imagen ésta la del hombre. Yo duermo, como, converso y jugueteo contigo y con los otros Pero la inspiración, recuerda! el don de perfección, es un regalo; es una inapreciable isla del tesoro, que el que llamamos Dios puso donde termina el arco iris.
Déjame decorar innumerables corazones y pintar mil caras en colores inspirados y silenciosos, suaves, sonidos de virtud. Déjame ser un niño y a pié limpio correr por entre un bosque de personas que lloran y que ríen y regalar las flores de inspiración y maravilla que Dios ofrece gratis.
Sí creo tener la fortaleza para hacer que los mares retrocedan, para mover montañas y la osadía de vivir y amar la vida. Es porque he visto y he sentido una imagen de pura inspiración perceptible a mis ojos que son ciegos  ¿debo acaso plantarme de rodillas y esperar a que alguien me bendiga con la dicha y con una vida de dorados sueños?
No!Debo correr hacia el desierto de la vida con los brazos abiertos cayendo algunas veces, tropezando, levantándome  siempre, mil veces si fuera necesario, feliz en ocasiones. A menudo la vida me quemará en su fuego. A menudo la vida me hará tiernas caricias y muchos de mis días se verán rondados por las barreras y las complicaciones. Habrá también momentos tan hermosos que mi alma llorará de puro éxtasis.
Seré un testigo, pero nunca huiré de la vida, de mi mismo. Jamás renegaré las lecciones no sujetas al tiempo, lecciones aprendidas de mi mismo, ni voy a permitir que los valores del Ser y la divina inspiración se pierdan.
Mi burbuja cubierta de arco irirs me ha de llevar más lejos, más allá del horizonte del ocaso, siempre par servir, para amar y vivir como un sanniasín.
Swami Satyananada

14 de octubre de 2011

MEDITACION

“Si, te encuentras en un mercado muy concurrido, en un aeropuerto o en medio de las tribulaciones de la vida, y en ese momento eres capaz de mantener la tranquilidad y ecuanimidad que sientes durante la meditación, sólo entonces, habrás comprendido el verdadero significado de la vida y  te habrás transformado en el amo de tu destino…” 
                                                                 Swami Satyananda Saraswati

HERRAMIENTAS DE LA MEDITACIÓN
Meditar no es de ninguna manera fácil. Son pocas las personas que pueden simplemente cerrar los ojos y alcanzar un estado de serenidad. A través de las asanas y de otras prácticas se puede desarrollar la habilidad de sentarse en completa quietud y silencio; pero lograr la liberación interior de pensamientos desarticulados y contradictorios, de deseos y fantasías, es extremadamente difícil. Es por eso que el yoga y otros sistemas de meditación utilizan recursos u objetos que ayudan al meditador a centrar su atención.
Muchos sistemas emplean un mantra o el movimiento de la respiración; otros usan yantras y mandalas, símbolos psíquicos o una ishta devata. En el budismo tibetano los meditadores utilizan un yidam, guardián espiritual de gran poder, similar a la ishta devata.
Estos recursos reciben el nombre de "herramientas de la meditación", y aunque varían de acuerdo con la tradición, la cultura o el sistema, todos sirven el mismo propósito y son, por lo tanto, equivalentes entre sí. Sin ellos no se logran grandes progresos en la meditación, porque facilitan la concentración sobre un objeto: nos permiten no involucrarnos en el juego de la mente y son el punto adonde regresa la atención. Los pensamientos y los sentimientos no deben ser eliminados. No deben luchar contra la mente ni permitirnos la constante preocupación por sus actividades. El meditador debe dejar que las ideas, las emociones y los pensamientos entren libremente en la mente, y luego de observarlos, debe volver suavemente la atención hacia el objeto de concentración.
El objeto de concentración se puede escoger de manera espontánea, según el ambiente que rodee al meditador. Una persona cerca de un riachuelo o una cascada puede concentrarse en el sonido producido por el movimiento del agua; un atardecer o un amanecer pueden ser el centro de atención. Prácticamente todas las actividades de la naturaleza pueden servir como instrumento de concentración y meditación.
Las mismas interrupciones de la meditación se pueden utilizar como objetos de concentración temporales. Por ejemplo, hay una práctica del budismo theravada que incluye la observación del movimiento del abdómen durante la respiración. El meditador reconoce estos movimientos y a la vez reconoce cualquier otra cosa que entre en su campo de conciencia, sean sensaciones, pensamientos o emociones. Para hacerlo, debe nombrar tres veces la distracción; por ejemplo, si oye pasar un tren ruidoso repite "ruido, ruido, ruido"; o si su cuerpo comienza a escocer, dice " picazón, picazón, picazón. Luego regresa a la observación del movimiento del abdómen. Es así como en esta técnica no hay distracciones, porque las mismas distracciones se utilizan como objeto de meditación.
Las distracciones se pueden utilizar como objetos de concentración en la meditación, de la misma forma en que lo hace el yogui sabio del siguiente relato:
"Hubo una vez un rey muy apegado a sus riquezas, que sin embargo quería meditar porque estaba comenzando a tomar conciencia de la inutilidad de su fortuna. Un yogui le dijo como hacerlo.
El rey se sentó a meditar con sinceridad, pero siempre que intentaba fijar su mente en lo eterno, quedaba en blanco; luego, sin darse cuenta, su imaginación comenzaba a dar vueltas alrededor de su hermoso brazalete, al que estaba particularmente apegado. Ante su mirada absorta, el brazalete resplandecía con todos los colores del arco iris. Tan pronto como se encontraba inmerso en esta fantasía, luchaba por regresar a Dios, pero cuanto más trataba de fijar la mente en Dios, mayor era su frustración: en su mente, Dios invariablemente se convertía en brazalete.
Con mucha humildad, el rey volvió donde el yogui a preguntarle qué hacer, pues él sabía cómo convertir la debilidad en fuente de fortaleza. El yogui le dijo: "Como tu mente está tan apegada al brazalete, comienza con eso mismo: medita en el brazalete. Contempla su belleza y sus brillantes colores, y luego pregúntate sobre la fuente de esa belleza y esos colores. El brazalete es, en su esencia objetiva, una configuración de vibraciones de energía. Es la mente perceptiva la que le atribuye belleza y color. Por lo tanto, trata de comprender la naturaleza de la mente que creó el mundo tal como lo ves".
Meditar sobre un objeto específico supone estar concentrado en él e identificarse con él. La utilización de las herramientas de meditación nos permite trascender la dualidad, de tal forma que la distinción entre sujeto y objeto desaparece. Una persona que se concentre en Om se convierte en Om; si se concentra en un ser divino, se convierte en un ser divino. Una persona devota está unida a su Dios, y una persona que medite sobre la tradición de la iluminación, en la medida en que su meditación sea exitosa, se convierte en "el iluminado".
Cuando estamos totalmente concentrados, el objeto de concentración nos absorve; ¿o será acaso que nuestra receptividad es absoluta y el objeto entra en nosotros? Dejamos de ser una pantalla o una mente donde se refleja el objeto; dejamos de ser un "yo" que percibe, para convertirnos en la nada que se llena mediante la contemplación. Sólo existe el objeto, que se percibe a través de la empatía, como si proviniera desde dentro.
Existe otra herramienta de la meditación utilizada en las bromas y los cuentos sufíes, quienes narran una gran cantidad de historias atribuídas al sabio que aparentaba ser tonto, Nasruddin. Muchos de estos cuentos se han extendido por el mundo a título de bromas, y son pocas las personas que se detienen a pensar en ellos.
El propósito de estos relatos era servir de mecanismo para cuestionar los patrones habituales de pensamiento de los estudiantes. Por ejemplo:
Un hombre vió a Nasruddin buscando algo en el piso y le preguntó:"¿Qué estás buscando, Mulla?". "Mi llave", respondió el Mulla. El hombre se agachó también para ayudar a buscar la llave y después de un rato, preguntó de nuevo: "¿Exactamente dónde se cayó la llave?". "En mi casa". dijo Nasruddin. "¿Entonces por qué buscamos aquí?". "Porque aquí hay mas luz que dentro de mi propia casa".
Este tipo de cuentos no se usa en realidad en la práctica de meditación, pero el objetivo de narrarlos a los estudiantes es cambiar su modo de pensar. Lograr este cambio, los ayudará en la meditación. Lo mismo puede decirse del uso de koans en el budismo zen.
Los indios norteamericanos recurrieron a los cuentos de contemplación, pues consideraban que la naturaleza era su maestra y a través de ella lograban un entendimiento más profundo de los misterios de la vida. Utilizaban los cuentos sobre la naturaleza para transmitir sus enseñanzas a los niños y a los adultos. A primera vista, las historias parecen muy simples pero cada vez que se las escucha de nuevo, se adquiere mas sabiduría. Algunas veces, entender la verdadera esencia de un cuento puede tomar toda una vida de contemplación.
En un sentido diferente, podemos considerar que el incienso es una herramienta de meditación. Relaja la mente, apacigua las emociones y purifica la atmósfera. Para los participantes constituye una ayuda muy valiosa en el proceso de alejar la conciencia del mundo exterior y de los patrones de pensamiento que impiden el acceso al mundo interno. Otra herramienta que también se puede utilizar es un dhoti teñido de geru. para muchos practicantes, la meditación se facilita cuando se coloca un dhoti gheru alrededor de los hombros. El color geru es estimulante para el espíritu, y el barro del que está hecho parece tener propiedades radioactivas que ejercen una influencia positiva sobre la mente.
"Caminos para realizar el ser"

YOGA



 
“El Yoga es un antiguo sistema de filosofía, estilo de vida y técnicas que hace evolucionar todas las facetas de la persona: la parte física, la vitalidad, la mente y las emociones, así como la sabiduría, la ética y la calidad de las relaciones interpersonales. Nos lleva a descubrir la realidad espiritual inherente a cada uno de nosotros”
                              Swami Niranjanananda


 
SINTONIZAR EL CUERPO Y LA MENTE
La vida moderna ha alejado al hombre de las influencias benignas y rítmicas de la naturaleza. Los ritmos internos, la naturaleza inherente (como de relojería) de los sistemas nervioso y endocrino se ha desequilibrado debido a los efectos del estrés y la tensión que provocan sensaciones de malestar y conducen a la enfermedad y a la neurosis.
Probablemente la mejor manera de contrarrestar los ritmos insalubles del cuerpo es la de superimponer nuevos ritmos psicofísicos de tal naturaleza que promuevan la salud. Los químicos, las terapias de "shock", los nuevos modos de comportamiento y condicionamiento, técnicas psicológicas y muchos otros métodos han sido utilizados a través de los siglos en un intento de mejorar las funciones internas y la experiencia, pero con poco éxito. De hecho, estos métodos no cambian el "estroma neural" ni alteran radicalmente la estructura mental, en general, y fallan al no aportar cambios duraderos.
El método yóguico para alterar los ritmos internos se realiza de un modo lento y sistemático. No intenta cambiar nada radicalmente; más bien, busca moldear o modificar lentamente las estructuras existentes. Impone una fuerza benévola regular y consistente que aspira a fluir con los ritmos naturales inherentes al cuerpo y reforzarlos. Trabaja con la naturaleza y no contra ella.
Cuando practicamos yoga diariamente, añadimos un nuevo factor a nuestras vidas, una serie ordenada, consecutiva, sistemática, vigorizante y purificadora de asanas, pranayamas, meditación, japa y mantras. Es como si estuviéramos inyectando unas cuantas partículas de prana a las estructuras ya existentes. El crecimiento del cuerpo continúa; el metabolismo, la conducción nerviosa, las secreciones hormonales endócrinas, las actividades diarias prosiguen su vía normal y natural.
El yoga surge como un medio poderoso para ejercer control consciente sobre nuestros sistemas corporales comunmente ocultos, como un regulador o mecanismo de fino ajuste para los procesos del cuerpo. El individuo emerge de las fuerzas que los oprimen, de los patrones neuróticos inapropiados y habituales y de las fuerzas negativas que lo impulsan, y comienza a gozar de una vida espontánea más en sintonía con los ritmos de la naturaleza.


COMO CONTRARRESTA EL YOGA EL ESTRES
Los signos visibles del estrés, como apretar el puño o crujir los dientes, son de naturaleza animal y no son los característicos del hombre "civilizado". De allí que incluso la respuesta de "lucha o fuga" del sistema fisiológico es el residuo de un estadio primordial o animal de nuestra evolución. Como monos desnudos, todavía compartimos algo del lenguaje corporal con nuestros ancestros. De allí que nuestra evolución al siguiente y más elevado estadio de conciencia no se llevará a cabo, a menos que los instintos del animal que aún están en nosotros, incluyendo la respuesta de "lucha o fuga" sean trascendidos. Desde la definición misma del yoga, "yogas chitta vritti nirodhah", el yoga nos ayuda a bloquear los patrones de conciencia, incluyendo la respuesta de "lucha o fuga". Asi, el yoga penetra en la raiz misma de la formación del estrés en nuestra mente, lo que nos proporciona una terapia contra el estrés, sin paralelos, aunque resulte que la terapia sea solo un medio para un fin más alto.
Con el yoga, los estímulos internos se reducen a un mínimo, al hacer que el cuerpo esté saludable y así los sistemas  fisiológicos puedan funcionar mejor de un modo armonioso y todo el cuerpo esté en fina sintonía y equilibrio. El yoga también se ocupa de los estímulos externos a través de la práctica de pratyahara. En el estado de pratyahara, o de remoción de las funciones sensoriales, solo los recuerdos guardados en el cerebro pueden agitar la mente. Estas impresiones guardadas se "limpian" a través de las prácticas de antar mouna y otras técnicas de meditación, y así se remueven las impresiones negativas.
Cuando se limpia la mente de la escoria acumulada y se desaloja la desazón interna o el estrés a través de las prácticas de yoga, la persona se transforma en un perfecto instrumento de percepción capaz de analizar datos y de traducir nuestra propia mente si estuviera libre de estrés y no taponada con defectos.
Entonces estaremos en un continuo estado de meditación, ya sea que estamos durmiendo, comiendo, trabajando o haciendo lo que estemos haciendo. No habrá sensación de ansiedad o de estrés en ninguna circunstancia.
Los impulsos egocéntricos, los intereses egoístas normales u obsesivos, desaparecerán. Automáticamente, comprenderemos mejor a los demás y mejorará nuestro sentimiento hacia ellos. Al verse bajo una nueva luz, las fragmentadas y opuestas actitudes y opiniones de los individuos ya no parecerán contradictorias, sino que se complementarán una a otra y se fusionarán en armonía. Comenzamos a ver la unidad, unión, perfección, concordia, en lugar de separación, diferencias, imperfecciones y discordias.
Los eventos externos se percibirán claramente, pero sin las usuales repercusiones negativas y adversas. Las impresiones externas que fluyen a la mente serán absorvidas y dirigidas suavemente. Las respuestas llegarán de manera espontánea a la mente, no habrá conflicto, bloqueo o esfuerzo; no habrá constipación mental, cada cosa andará como debe andar, sin el usual trajín desordenado. Cada reacción será perfectamente apropiada a la situación dada. los eventos externos serán los mismos, pero nuestras relaciones con ellos serán totalmente diferentes. En lugar de estar continuamente irritados por los altibajos de la vida, nos deslizaremos a través de ellos con un sentimiento de felicidad.
La preocupación, el temor, la rabia, la depresión y los celos no interferirán más con nuestro trabajo o nuestra vida misma. Los sentimientos comunes de frustración, insatisfacción e infelicidad se desvanecerán, inclusive el temor opresivo y melancólico a la muerte o a la enfermedad cesará, pues se verán a la luz de una nueva y más elevada comprensión.


"El manejo del estrés a traves del yoga"


                                                     

¿POR QUÉ YOGA?


El Yoga es un método para el desarrollo integral y equilibrado del ser humano, despertando su esencia profunda y trascendente, lo cual lleva al bienestar y felicidad concreta en la vida.


El trabajo sobre uno mismo

Evasión

Un visitante refería la historia de un santo que quería ir a visitar a un amigo suyo que estaba agonizando; pero, como le daba miedo viajar de noche, le dijo al sol: En nombre de Dios te ordeno que permanezcas en el cielo hasta que llegue yo a la aldea donde mi amigo agoniza. Y el sol se detuvo en el cielo hasta que el santo llegó a la aldea. El maestro sonrió y dijo: ¿No habría sido mejor que el santo hubiera vencido su miedo a viajar de noche?.

Transformación

A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás le dijo el Maestro: Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra.

Desarrollo

A un discípulo que se lamentaba de sus limitaciones le dijo el maestro: Naturalmente que eres limitado. Pero ¿no has caído en la cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían sido imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado?. Han cambiado mis talentos. No. Has cambiado tú. ¿Y no es lo mismo? No. Tú eres lo que tú piensas que eres. Cuando cambia tu forma de pensar, cambias tú.

(Relatos del libro "¿Quién puede hacer que amanezca?", de Anthony de Mello).